El final del verano llegó cargado de actividades en Raiola Oleiros, donde residentes y equipo compartieron momentos entrañables entre creatividad, naturaleza y buen ambiente.
Una de las jornadas más especiales fue la visita al Monte de San Pedro, un entorno único desde el que disfrutaron de las vistas de A Coruña y del recorrido por la impresionante cúpula, una experiencia que despertó mucha curiosidad y conversación.
De vuelta en la residencia, la creatividad fue la protagonista: se organizaron talleres de manualidades inspiradas en el otoño, con hojas, colores cálidos y materiales naturales que sirvieron para dar la bienvenida a la nueva estación.
Y como no podía faltar un toque dulce, también se elaboró un delicioso bizcocho casero, que se degustó al aire libre durante una merienda en el jardín, aprovechando los últimos días de sol.
Septiembre fue un mes para disfrutar, aprender y compartir. En Raiola Oleiros, cada actividad se convierte en una oportunidad para seguir sumando momentos llenos de vida.